CUATRO CONSEJOS PARA COMUNICARTE MEJOR CON TU PAREJA

La vida en pareja no siempre entra en la historia de: “y vivieron felices el resto de sus días”. Uno de los factores que más influye en la vida en pareja es la comunicación.

A veces pensamos que los profesionales, los doctores y maestros, los líderes, los arquitectos, los actores y actrices, en resumen, esas personas intelectualmente preparadas no tienen problemas de comunicación con su pareja o con su familia en general. Nada más alejado de la realidad. Conozco a varios profesionales que ahora mismo están atravesando momentos difíciles con su compañera o compañero de vida. La mayoría de estas situaciones difíciles se han generado a partir de una mala comunicación.

Hoy comparto cuatro consejos que, aunque no los he descubierto yo, ni son los únicos, pueden ayudar a mejorar la comunicación en pareja.

1.CONTEXTO: Busca siempre el contexto adecuado para comunicar todo lo que consideres que es importante. Imagina que tu pareja está trabajando, tal vez está en una reunión y tú lo llamas para decirle que acabas de ver una foto de hace un año atrás cuando salieron a caminar y terminaron bebiendo una cerveza frente al mar en aquel atardecer de película. Para ti es importante hablar de aquel recuerdo y tal vez para él o ella también, pero no es el momento adecuado y a lo mejor te responde con monosílabos o ni siquiera responde. Te derrumbas y empiezas a crear una historia en tu cabeza, te pones triste porque no es la primera vez que ocurre. En realidad no era el momento justo. Para la próxima, busca la ocasión ideal y observa cómo transcurre todo. Seguro los resultados serán diferentes.

2.MÁS PERSUASIVOS, MENOS IMPONENTES: A lo mejor no hablas mucho con tu pareja últimamente, ya sea porque no sabes qué decirle, o porque piensas que no te va a escuchar o entender. Tal vez no quieres comunicarle tus emociones y sentimientos porque temes su reacción (o la falta de reacción); quizás llevan mucho tiempo juntos y se ha vuelto una costumbre hablar cada vez menos, o los hijos se “roban” todo el tiempo y el estrés también hace lo suyo.

¿Has notado que casi siempre cuando no hay mucha comunicación en la pareja es cuando más nos fijamos en lo negativo y casi nunca le damos valor a lo positivo? Aunque nos halague, lo que se nos queda en la mente como una espina enterrada, es todo lo que suena a crítica; interpretamos a nuestro modo cualquier gesto, tenemos a flor de piel el orgullo, el resentimiento. Vivimos a la defensiva, en alerta permanente.

Valiéndonos del primer consejo, esperaremos la ocasión justa y hablaremos con claridad, pero usando más la persuasión que la imposición. Por ejemplo, en lugar de decir: “ Cambia ese hábito...” puedes decir: “me gustaría que cambiaaras ese hábito...” O en lugar de decir: “No hablas conmigo, ni me miras cuando llegas del trabajo”, podemos decir: “Me encanta cuando me saludas al llegar del trabajo.”

3.USA FRASES CLARAS Y CORTAS. No te excedas. Sé breve porque eso ayuda. Nada de rodeos porque alargas la conversación y se pierde la atención del otro.

4.NO A LA NEGATIVIDAD: En una conversación donde el objetivo es mejorar la comunicación con tu pareja, no uses frases como: “Nunca haces nada”, “nunca tienes tiempo para mí”, “todo tengo que hacerlo yo porque todo para ti es tan complicado”, “no me dan ganas de decirte nada”.

Espero que logres recuperar la buena y efectiva comunicación con esa persona que es importante para ti. Decididamente estos consejos pueden servir. Un saludo cordial.

Leysa Martínez Ortiz

Escritora, Locutora y

Oradora Motivacional

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VINCENT VAN GOGH A ROMA

Roma, dallo scorso mese di ottobre, ospita a Palazzo Bonaparte una mostra su Vincent Van Gogh. Queste poche linee lette su un quotidiano, mi hanno incuriosito a tal punto da organizzarmi, avendo la fortuna di vivere ad un centinaio di chilometri dalla capitale, per andare a visitare l’esposizione di disegni e tele prestate dal museo olandese Kröller-Müller di Otterlo.Una domenica di gennaio, con mia moglie ci siamo recati a piazza Venezia, e dopo alcuni minuti di coda siamo entrati nell’atrio di questo palazzo, preparandoci all’incontro con questa personalità dell’arte. Una mostra davvero ben curata nei minimi dettagli, coinvolgente, chiara e realistica, non solo per i disegni e dipinti autentici presenti, tale da immergere il visitatore nel mondo e nell’anima di Van Gogh. Sino a quel giorno, solo il cantautore Caparezza era riuscito a proiettarmi la personalità e la grandezza di questo artista condensata con una miriade di parallelismi con la vita moderna nel brano “Mica Van Gogh”, ed ammetto che il ritornello di questa canzone mi ha aiutato a seguire l’esposizione.

Il motivo che mi ha spinto a scrivere queste righe, è scaturito dal trovarmi davanti la “Natura morta con un piatto di cipolle”, che Van Gogh dipinse nel gennaio del 1889. L’artista olandese soleva ripetere che gli interessava non ritrarre il momento di ciò che osservava, bensì il profondo della loro espressione; non il contadino che zappa, ma il momento di quando alza la testa per respirare annusando il vento, ovvero la vita. Può sembrare un controsenso, ma questa natura morta è viva! Ritrae un preciso momento della vita ordinaria di Van Gogh, ovvero ciò che era la sua vita in quel momento, le cose più importanti della sua esistenza, appena dimesso da un ospedale psichiatrico, durante il quale si automutilò un orecchio. La sua tavola apparecchiata, quindi la funzione che ci permette di vivere: il piatto di cipolle (quanto di più semplice per alimentarsi), una bottiglia di vino, il sacchetto del tabacco e la pipa, una brocca di acqua, la candela, un cerino spento, il libro “l'Annuaire de la santè” di Raspail, la ceralacca. Infine, una busta diretta a “Monsieur Vincent van Gogh”, certamente una delle tante scritte dal fratello Theo.

È nota l’intensa comunicazione epistolare tra i due fratelli, ed alcuni pannelli illustrativi riproducevano alcune di queste lettere. Nello specifico della natura morta in questione, non conoscendo la filatelia e storia postale olandese, non scendo nel dettaglio dell’affrancatura di questa busta raffigurata. Meno male che a quel tempo non esistevano le macchine affrancatrici odierne, anche se non ho dubbi che Van Gogh sarebbe riuscito a migliorare l’aspetto grafico ed a valorizzare questa impressione meccanica che fa storcere il naso a molti filatelisti.

L’autoritratto di Vincent Van Gogh salutava i visitatori: impossibile non fermarsi a contemplare questo sguardo ed immedesimarsi in lui, ammirare la sua grandezza di artista e le sue fragilità personali, proprio come noi che non siamo né artisti, né grandi.

Sante Borrelli

Scrittore U.S.F.I. (Unione Stampa Filatelica Italiana)