venerdì 23 novembre 2018

ROMPAMOS EL MIEDO


La encontraron muerta en un tanque de basura. Su nombre era Mina. Llevaba ahí más de 8 horas. Los termómetros marcaban -2,5º C. Era uno de los inviernos más crudos en Bucarest.
Mina fue drogada, golpeada brutalmente y violada. Tenía 20 años.
La autopsia reveló que tenía sueños, una familia, un plan de vida que no pudo cumplir.
Hasta el momento solo han capturado a Kill uno de los autores del hecho. La policía confirma que se trata de una banda integrada por 10 jóvenes de entre 15 y 19 años que practica el asalto callejero y que al parecer se ha dispersado luego del suceso.
Despreciamos a las mujeres - ha dicho Kill - porque son estúpidas, cobardes.
Cuando en el interrogatorio le preguntaron por qué lo hicieron, comenzó citando un fragmento, el primer párrafo, para ser exactos, de La Naranja Mecánica, libro de Anthony Burgess:
“Estábamos yo, y mis tres drugos (...) exprimiéndonos los rasudoques y decidiendo qué podríamos hacer esa noche, en un invierno oscuro, helado y bastardo aunque seco.”
La policía sigue buscando al resto de los integrantes de la banda, pero ya nada devolverá a Mina a esta vida.
Como ella, miles de mujeres en el mundo sufren violencia. Muchas veces, (demasiadas veces) terminan muriendo. Algunas viven la cruel experiencia de la ablación del clítoris, otras son golpeadas cada día por sus maridos y prefieren callar porque el miedo también les hace la guerra y las obliga a hacer silencio. Las golpean, las humillan, las ofenden o simplemente las asesinan por ser mujeres.
Hay tantas en este minuto mirando sus caras golpedas, sus bocas rotas, sus cuerpos “pintados” de moretones. Hay tantas que lloran con la luz apagada o toman, ahora mismo, una pastilla para el dolor.
“Si mi cuerpo es como el de las demás ¿por qué a mí me tratan como a una cosa?” Se pregunta, Amy, una niña de 14 años, mientras pasea por una calle tailandesa en busca de clientes.
La violencia femenina se presenta a través de muchas caras y con nombres diversos: turismo sexual, prostitución o esclavitud sexual, feminicidio, discriminación, infanticidio, matrimonios forzosos, violencia psicológica.
¿Hasta cuándo durará? Pregunta que aún no tiene respuesta. Es impresionante cómo en un mundo avanzado tecnológicamente, que ha logrado responder miles y miles de enigmas universales, todavía no se encuentre el camino correcto, la solución absolutamente aplicable para detener la violencia femenina.
La violencia contra las mujeres y las niñas durará hasta que tú, HOMBRE, entiendas que somos iguales y que por violar y cortar en pedazos a una chica no eres aquí el más fuerte sino el más cobarde de los dos. Durará hasta que te des cuenta de que cada vez que golpeas un cuerpo de mujer, o la obligas a prostituirse para ti, te estás hundiendo a ti mismo. Durará hasta que yo, MUJER, entienda que sí puedo levantarme y detener a esas y esos que ven en mí a un ser débil.
Ojalá que estas letras sirvan de algo. Si al menos una MUJER las lee y logra encontrar un poco de valor para detener a quien la golpea o la ofende o la vende a otros hombres, entenderá que es fuerte, que sí vale, que sí puede. Yo por mi parte estaré más tranquila, porque habré ayudado a una hermana, a una amiga, a una dama. 

Si permanecemos unidas, los muros pueden derribarse.

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                                                                                             Leysa Martínez Ortiz

domenica 11 novembre 2018

EL RITUAL DE LAS LEVES CARGAS PESADAS. DESCUBRIENDO A MILÁN KUNDERA.


“Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.”

Hace solo unas horas he terminado de leer por segunda vez La Insoportable Levedad del Ser, del escritor checo Milán Kundera. Esta vez, a diferencia de la anterior, el libro me dejó una sensación  que, aprovechando el contexto, voy a llamar sensación de peso.
El libro habla de las casualidades y las formas que estas pueden adoptar para salvarnos o hundirnos en abismos insospechados de la cotidianidad. Habla de la compasión, del amor, del cuerpo, de la grandeza, del valor. Habla de la levedad y del peso.
La primera vez que leí esta novela, hace dos años, lo hice con ligereza, con premura. Estaba yo entonces en una fase donde pasar páginas y páginas de cualquier libro era el principal objetivo, sin importar el contenido.
Ahora, me demoré leyendo el tiempo necesario como para asimilar, sin levedades, la solidez de un texto escrito con los pies en la tierra y la conciencia elevada.
Milán dice lo que ya por experiencia de vida sabemos pero nunca hemos expresado (al menos yo) con las palabras exactas. Describe emociones, instantes de una vida, que puede ser la mía o la tuya, con esa fluidez desgarradora de quien ha vivido tanto.
Cuando yo nací, en 1982, Kundera estaba escribiendo la novela, que sería publicada por primera vez en Francia en 1984. Me gusta imaginar que tal vez el mismo día que nací yo, él escribía en una de las páginas de su obra maestra este párrafo tan cierto, tan explícito y maduro, tan leve que hiere con su propio peso:
“ la vida humana acontece sólo una vez y por eso nunca podremos averiguar cuáles de nuestras decisiones fueron correctas y cuáles incorrectas. En la situación dada sólo hemos podido decidir una vez y no nos ha sido dada una segunda, una tercera, una cuarta vida para comparar las distintas decisiones.”
Así, sin metáforas o palabras dulces, Kundera retrata en blanco y negro la realidad. En alguna parte leí sobre él y el libro lo siguiente:
“Todo es variación, incesante exploración de lo posible.”
Y más adelante:
“ Lo privado se vuelve universal. Con ligereza transcurre el texto y con ligereza nos presenta el autor las más poderosas dudas, las más terribles verdades o posibilidades.”
Kundera, aunque es checo, vive en Francia. Escritor, poeta, ensayista y dramaturgo. Estudió música y literatura en Praga. Al igual que su padre, toca el piano. La música está en su obra.
Es autor de otros libros como: La fiesta de la insignificancia, Un encuentro, La broma y el Libro de la risa y del olvido.
Sólo he leído La insoportable levedad del ser, pero sé que Milán tiene mucho que enseñarme y explicarme. Por eso lo busco, a través del próximo libro suyo que ya tengo en mis manos. Porque sé que nadie va a decirme, porque no puede, cómo vivir esta vida, pero Kundera sabe de eso y da buenos consejos.


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                                                                                        Leysa Martínez Ortiz

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giovedì 1 novembre 2018

LO QUE NO SABÍAS SOBRE MI LIBRO


Todo comenzó después de la muerte de su hijo. 
Pasados unos días despertó en la noche. 
La luna era clara, espléndida. 
Su sombra pareció multiplicarse. 
Luego sintió que miles de animales comenzaban a invadirla para hacerle compañía.

Así comienza el primer minicuento de mi libro Prohibido Girar titulado: MUJER HABITADA. Hoy quiero compartir con ustedes diez secretos relacionados con este cuento. 

1.El personaje es real, vivía en mi ciudad y su nombre era Elena. Perdió a su hijo, o mejor, lo mataron unos ladrones el mismo día del cumpleaños de él.
2.El esposo de Elena se suicidó una semana después de la muerte del hijo.
3.El esposo se llamaba Héctor y el hijo Kevin.
4.Elena vivía a 5 casas de la mía y hacía unos dulces riquísimos.
5.Actualmente en su casa vive una prima del que fuera su esposo.
6.Elena nunca llevaba maquillaje.
7.Era muy bonita y presumida antes de perder a su familia. Luego se enfermó de los nervios y ya no hubo solución.
8.Fue ella quien me regaló el libro Corazón, de Edmundo de Amicis.
9.El día que murió (la encontraron muerta en el patio de su casa) llovió mucho y se derrumbó una casa que estaba frente a la suya.
10.Soñé con ella una vez después de escribir el Cuento Mujer Habitada.
Es interesante cómo una persona puede volverse personaje y provocar más de una historia en un escritor.
Cada uno de los personajes de mi libro Prohibido Girar ha salido de la realidad. Considero que la realidad es en ocasiones dura, y a veces dulce, bella, inesperada. Así son los personajes de los cuentos del libro.
Hablar de la muerte no es cosa fácil. Aceptarla es una dura realidad. Escribir sobre ella es aún más difícil porque nacemos, y con el pasar de los años uno escucha hablar de la Muerte pero no hemos estado muertos para escribir sobre este tema con una visión exacta de los escenarios y circunstancias.

Prohibido Girar es un libro donde, a través de catorce cuentos breves, hablo de la muerte. He tratado de enfocarme en todos los puntos de vista que sobre la muerte los lectores y yo podamos tener.
Ha sido un desafío para mí. Aprovecho para comentarles lo que algunos amigos que leyeron el libro me han dicho sobre cómo les gustaría morir.

CARLOS VILLAVERDE: “Quisiera que fuera domingo, porque los domingos son aburridos, y mientras hago el amor con mi chica, para entretenerme, ahí quedo muerto.”

FERNANDA (LA MUSA): “Quisiera estar bailando y caer muerta en la disco.”

LUCAS SOTO: “Yo quiero morirme comiéndome una hamburguesa.”
Ya lo ven, algunos no le tienen miedo a la muerte y hasta lo planean. ¿Y tú, cómo quisieras morir?
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                                   Leysa Martínez Ortiz


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