Cuando
te vuelves emocionalmente dependiente de otra persona estamos hablando de dependencia emocional. La
dependencia emocional crea un problema en tus relaciones interpersonales. Pero debes tener claro que no es un trastorno mental sino un patrón de
comportamiento. Se trata de una necesidad muy fuerte de sentir el afecto, la
presencia, la opinión, o el contacto de otra persona, que puede ser la pareja,
los padres, un amigo o amiga. La persona con dependencia emocional siempre
tiene miedo de no ser querido, miedo de no haber elegido a la persona adecuada
porque tal vez siente que es alguien que no le está diciendo todo el tiempo que
le ama, o porque los dos tienen ideas diferentes sobre el amor y la relación
que están viviendo.

La persona que se siente insegura o
incompleta si no está el otro, está atravesando por un estado de dependencia
emocional y esto es perjudicial desde el punto de vista psicológico y humano, sobre
todo, porque te desgastas, porque dejas de ser tú para ser el tipo de persona
que el otro te dice que seas o te dice que eres.
De alguna manera tú misma o tú mismo, al
depender emocionalmente de lo que haga o diga por ejemplo tu pareja, para
sentirte bien o para sentir que tienes algún valor humano en este mundo, te
estás anulando a ti misma, a ti mismo. Estás dejando de ser realmente tú para
ser o comportarte según la opinٕión de la otra persona, y esa persona a la vez
te puede manipular, te puede degradar. Te puede borrar tu esencia.
La dependencia emocional nos habla de
una ausencia muy fuerte de amor propio y de autoestima. Y no es una forma
saludable de amor.
Cuando hay amor en una relación hay
confianza, respeto, apoyo mutuo. Cada miembro de la pareja se siente seguro y
completo por sí mismo.
En la dependencia emocional podemos
decir que hay un desequilibrio y uno de los miembros de la pareja está en una
situación vulnerable o de desventaja emocional porque no se siente seguro en sí mismo y vive en una
situación permanente de carencia de afectos y de atención.
La dependencia emocional también se
conoce como Dependencia sentimental o afectiva, adicción al amor. Más allá del
nombre que reciba, la esencia es la misma: dependencia excesiva de afecto y en
muchas ocasiones la persona no es consciente de ello.
El primer paso para resolver la
dependencia emocional es asumirla, ser consciente de que ese es tu problema y
que deseas resolverlo.
¿Qué
síntomas o señales te indican que estás viviendo un proceso de dependencia
emocional o que lo está viviendo tu pareja?
Podemos
mencionar, ante todo, el miedo a ser abandonado por el otro o incluso, a sentir
que el otro no se comporta como yo quiero que se comporte, no me dice las
palabras que yo quiero que me diga.
Otro síntoma es
la necesidad incontrolable de estar todo el tiempo con la otra persona, esto
puede resultar agobiante para el otro miembro de la pareja y puede hacer que se
canse y de veras se aleje para siempre.
Celos y
malestar cuando la pareja se relaciona con otras personas.
Necesidad de
validación constante, es decir, dependemos de la opinión del otro para
sentirnos valiosos y seguros.
Todo esto hace
que la persona que vive en dependencia emocional pierda su identidad, se limita
a sí mismo, a sí misma a desarrollarse como individuo y la relación afectiva
con la pareja puede deteriorarse definitivamente.
Si crees que estás en
una situación de dependencia emocional con tu pareja, te invito a buscar la
ayuda especializada de un psicólogo. Este profesional te dará los consejos
adecuados para que puedas superar esa situación.
Leysa Martínez Ortiz