mercoledì 31 ottobre 2018

EL BIENESTAR COLECTIVO



EL BIENESTAR COLECTIVO

9: 37 am
El primer periódico que leo dice:
Encontrado el cádaver de una joven de 16 años en un lugar abandonado de Roma. Los datos de la autopsia revelan que la muchacha antes de ser asesinada había sido drogada y luego violada por varias personas.

9:58 am
En otra página del mismo periódico:
Un hombre de 51 años ha sido apuñalado en la espalda por dos agresores de 36 y 41 años respectivamente”.

8:51 pm
El noticiario del canal 4 informa:
Un joven de 18 años ha sido detenido hoy por haber colaborado con otras dos personas en el homicidio de Manuel Sánchez. Según la investigación el joven había ocultado el cadáver de Manuel en una finca de un pueblo cercano al lugar del asesinato.

8:53 pm
Lo que pienso yo:
¿Se detendrían un momento a pensar los que violaron, drogaron y asesinaron a la chica de 16 años en el sufrimiento que causarían a la familia de esta? ¿Cuánto puede haber sufrido la esposa o los hijos del hombre de 51 años al que apuñalaron, o los parientes de Manuel Sánchez cuyo cuerpo permaneció escondido, sin vida, en un lugar lejano?

Cuando se habla de Bienestar Colectivo, la mayoría de los escritos o discursos se enfocan en los líderes del Estado y sus decisiones correctas o incorrectas en la gestión de gobierno.
La mayoría de los escritos que he consultado se refieren a la necesidad de que los gobiernos garanticen a sus ciudadanos empleos decentes, estado de derecho confiable, seguridad social y servicos públicos de calidad como transporte, agua potable, alimentación, energía eléctrica, educación, viviendas, entre otros. Con todo eso estoy completamente de acuerdo.

Sin embargo el término Bienestar Colectivo es aplicable a una institución que tiene un peso decisivo en cualquier sociedad: La Familia. Dentro de esta estructura existen conceptos como parentesco y convivencia que vale la pena detenerse a analizar cuando es el bienestar colectivo el tema que nos ocupa.

PARENTESCO:
El parentesco establece un vínculo biológico, social, cultural y jurídico entre personas y entre esas personas se desarrollarán valores encaminados a que cada una de las personas de ese núcleo pueda desarrollarse como ser independiente y autónomo. Por lo general los valores que la parentela inculcará son los que socialmente se consideran correctos o “buenos” como por ejemplo: el humanismo, la solidaridad, la justicia.

Un padre le enseña a sus hijos que deben estudiar y le demuestra desde que son pequeños la importancia del trabajo y del conocimiento. Cada hijo lo aprehende desde su individulidad, a la vez que se desarrolla en ellos una capacidad para reaccionar ante esa información que le da el padre. Es decir, el padre provoca en ellos un estímulo y los hijos reaccionan ante el mismo. Se desarrolla así la afectividad.

Digamos que la afectividad tiene muchas caras pero todas son buenas porque están muy vinculadas con el amor y los sentimientos de bienestar: alegría, comodidad, seguridad. La afectividad es recíproca, interactiva. No es común que la afectividad se mezcle con la indiferencia.

Si un individuo crece en la afectividad a su vez es capaz de desarrollarla y ofrecer a los otros sentimientos recíprocos. Esto posibilita La Convivencia.

CONVIVENCIA:
Para desarrollar el bienestar colectivo en una familia hay que saber convivir. Por lo general no es fácil asimilar o aceptar a los demás con sus defectos y costumbres y no siempre somos tolerantes como para respetar las decisiones o comportamientos de los otros. Sin embargo el ser humano no sabe ni puede vivir solo, así que debe practicar la convivencia.

A nivel familiar convivir con nuestros padres, esposo o esposa, hijos u otros parientes es bastante difícil. ¿Cómo podrá ser entonces compartir nuestro espacio o territorio con personas de otras culturas?

Todo esto nos lleva a afirmar que la Convivencia es uno de los aspectos que más hay que fortalecer en una nación o pueblo para generar bienestar colectivo.
Imaginemos que vivimos en Italia, en Roma, y cada día damos un paseo por el centro de la ciudad y nos detenemos a almorzar en un restaurante de lujo. La comida tiene un excelente sabor, es servida en excelente vajilla, y el vino es único. Por alguna circunstancia tenemos que viajar a África, y convivir en una etnia donde las casas son de tierra, hay una olla común para cocinar la comida, el agua se bebe en jarros viejos de aluminio y se come sentado en el suelo, rodeado de moscas que constantemente se posan en la comida. 
¿Cómo gestionamos esto a nivel mental? La situación nos provoca malestar por el simple hecho de no estar acostumbrados. Así la convivencia no es factible.
Lo mismo sucede en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. La situación es personal no estatal.

Muchos afirman que el bienestar común no se construye fomentando el individualismo. Sin embargo consideramos que si los que tienen como misión dirigir un estado no han creado valores individuales en su núcleo familiar, dígase amor al prójimo, respeto por las leyes sociales, o simplemente no saben convivir, será muy difícil lograr un estado de seguridad y tranquilidad. Creo que se puede ser individualista sin tener que ser sociopático.

Es por eso que defendemos que para lograr esa tranquilidad hay que ser un poco individualistas. El individualismo es visto como una mal hábito y lo es si la persona efectivamente piensa en sí mismo y se opone a cualquier influencia por parte del resto de los que lo rodean. Pero no podemos negar que el individualismo nos acompaña desde que nacemos. Al ser una ideología puede resultar útil en la sociedad, si desde La Familia se maneja este concepto como proveedor de independencia y autonomía.

Cuando el ser humano, individualmente se siente satisfecho consigo mismo por ser autónomo tanto física como espiritualmente, está más preparado para convivir con una mayoría.

En la Historia de la Familia, se explica que esta como cualquier institución social se debe adptar a su contexto y se especifican muy bien tres fines esenciales:

1.     Dotar a sus miembros de los bienes necesarios, tanto corporales como espirituales para llevar una vida cotidiana ordenada.
2.     La incorporación de los hijos al seno familiar.
3.     Ser la célula de la sociedad, por lo que el rango de la familia está por encima del propio Estado.

Teniendo esto en cuenta podemos afirmar que los dirigentes del Estado pasan a un segundo plano en cuanto a la responsabilidad de garantizar dicho bienestar ya que el llamado Bienestar Común no puede ser solo un sinónimo de Necesidades Básicas Resueltas. 
Aceptar esto será el primer paso para la comodidad de un grupo o población.

No olvides dejar tus comentarios sobre este post.


Encuéntrame en Facebook                                              Leysa Martínez Ortiz